Semillaverde's Blog

Uno de los problemas ambientales actuales de mayor relevancia en nuestro país es la propuesta del Gobierno Nacional para mantener sin explotar las reservas de petróleo de varias zonas de Parque Nacional Yasuní.

La propuesta Yasuní – ITT tiene entre sus objetivos evitar las emisiones de gases de efecto invernadero que se producirían si el petróleo fuera extraído y utilizado como combustible, a cambio de recibir el 50% del valor que el país deja de recibir al no vender ese petróleo.
Este financiamiento a su vez, sería dedicado a la conservación de áreas naturales protegidas y a promover actividades sociales y ambientales.

La intención de este proyecto ambiental enfrenta a varios grupos de la sociedad ecuatoriana puesto que al ser el nuestro un país petrolero su economía puede verse mermada, afectando a varios círculos económicos, políticos y sociales.
Por otra parte el Ecuador es un paraíso natural al que ya se le ha hecho mucho daño con tal de explotar la materia prima que mueve los motores de la economía mundial.

Un enfrentamiento de intereses tan grandes como el dinero y la conservación de los recursos naturales hace difícil tener una posición clara en cuanto a la problemática del petróleo del Yasuní, pero es necesario analizar todos los factores que intervienen en esta decisión para saber cuán importante es mantener el oro negro bajo tierra.

La iniciativa Yasuní – ITT pone sobre la mesa de los organismos internacionales un proyecto que abarca muchos factores de conservación, no solo ecológica sino también humana puesto que en la zona del Yasuní habitan varias comunidades indígenas ancestrales.
Al no explotar el petróleo se evita la deforestación y por ende más emisiones de CO2, el desplazamiento, muerte y la posible extinción de varias especies de flora y fauna.

Desde el punto de vista económico también se defiende la explotación del crudo con argumentos como que las posibles emisiones evitadas no están garantizadas al no tener certeza de que el petróleo sería usado como combustible o como materia prima para la elaboración de objetos, dentro de nuestro país o fuera de él, o como que las emisiones evitadas no son reales ya que pueden perfectamente ser reemplazadas por otras de otro origen. Pero para todo esto la iniciativa Yasuní tiene una respuesta: poner un límite a la explotación mundial de hidrocarburos. Esto significa poner un alto en esta explotación inconsciente de las reservas mundiales conocidas y por ende poner un alto al daño cometido contra la biosfera.
Entonces sí el proyecto Yasuní es un gran aporte para mitigar el cambio climático, sin permitir que su petróleo forme parte de la gran cantidad de emisiones que están deformando nuestro ecosistema.
La no explotación no solo contrarresta el cambio climático evitando emisiones sino también evitando que todo ese petróleo sea usado para la elaboración de muchos productos que luego terminarán en rellenos sanitarios en donde tardarán cientos de años para que puedan volver a la tierra.

La propuesta Yasuní- ITT va mas allá de intereses políticos, la propuesta Yasuní significa mantener intactos los bosques, el hogar de miles de seres vivos únicos y excepcionales que habitan en las selvas amazónicas, significa mantener el derecho a un ambiente sano y equilibrado al respetar la vida de un ecosistema que participa en todo el proceso de la vida.

Nosotros los ecuatorianos y los ciudadanos del mundo debemos apoyar esta causa por nosotros, por nuestros hijos y por todos los pueblos para que acciones como éstas sean imitadas y verdaderamente se valore a la naturaleza, por encima de cualquier otro interés material de las sociedades.
La posición que debemos adoptar frente a problemáticas nacionales y locales como ésta debe ser la más coherente con nuestras necesidades, y nuestras necesidades son el alimento y la salud, el bienestar, que está de la mano de un ambiente puro y limpio.

Como pueblo podemos defender nuestros intereses y debemos hacerlo no solo por el ambiente en sí sino porque también detrás de todas las mafias de la economía se ocultan los monstruos que mueven los hilos para que ganen unos pocos y pierdan la mayoría… y nosotros, la mayoría, tengamos que renunciar a nuestros sueños.

Las poblaciones del mundo deben entender que sin recursos la vida se acaba, que los recursos deben ser para todos, que si seguimos a este ritmo acelerado por conquistarlo todo sin mirar las consecuencias pronto acabaremos con lo mejor que tenemos: nuestro hogar y nuestro cometido como humanidad.

Para quienes no me conocen y me han encontrado me presento, me llamo Belén o Gripi… y ya que he creado este blog como deber pues vamos a usarlo para ponernos manos a la obra con el ambiente no?

Hay millones de cosas que podemos hacer por nuestro hogar antes de que se nos muera, y esas cosas son actitudes sencillas que podemos adoptar para que entre toda la humanidad cambiemos el rumbo del mundo.

Algunos queremos ir un poco más allá y dedicar nuestra vida a esto… yo por ejemplo estudio Gestión Ambiental en la Universidad Técnica Particular de Loja. 🙂

que tal la propaganda ah?

Las actitudes frente al problema del agua no deberían plantearse como una probabilidad a realizarse en el futuro sino como una realidad cotidiana de la que debemos ser partícipes activamente con el fin de ser mejores personas, conscientes de que lo que se debe consumir es solamente lo necesario, para servir de ejemplo y que estas actitudes se repitan en todo nuestro entorno y sobretodo para contribuir a que este recurso no se agote.

Principalmente la mejor manera de contribuir a la causa del agua es el ser conscientes de su verdadero valor y de la importancia de este recurso tan indispensable para la vida, ser consientes que hay que conservarla y usarla correctamente para poder disfrutarla ahora y en el futuro. Así mismo es importante defenderla e intentar por los medios que estén a nuestro alcance concientizar a las personas para que también tomen actitudes al respecto.

En nuestras manos están medidas como ahorrar agua, no desperdiciarla y no contaminarla con sustancias tóxicas; acciones triviales como no abrir demasiado los grifos de agua, recoger el agua de lluvia para lavar el auto o regar las plantas, recoger el agua reutilizable que se usa en la cocina, pueden suponer grandes cambios. Así mismo no utilizar demasiados químicos y detergentes, ni cloro puesto que pueden dañar los ecosistemas a donde va a parar el agua que utilizamos.

En las manos de las personas están las medidas pequeñas ya que es sabido que las grandes decisiones se toman en las Cortes pero si nosotros cuidamos el agua ellos también lo tendrán que hacer.

El compromiso es claro: valorar el agua, utilizarla correctamente y concientizar a las personas para que también lo hagan.